Hace un tiempo, el mundo entero dejó de usar tónicos para la piel (se relacionó con el lanzamiento de las primeras aguas micelares), los blogueros de belleza tomaron medidas y hablaron en defensa de los tónicos, demostrando que son inusualmente importantes en la rutina de cuidado de la piel y simplemente… irremplazables. Tú misma puedes preprararlos para que tu piel se beneficie. ¿Te apetece ver lo que la blogosfera de belleza utiliza para tonificar la piel? He aquí algunos tónicos caseros probados y testados para diversos tipos de piel.
Tónicos faciales caseros: beneficios
Un tónico facial es uno de los elementos inseparables de la rutina diaria de cuidado de la piel. Los blogueros demuestran que muchos problemas de la piel y todo tipo de disfunciones de la piel pueden ser el resultado de no usar tónico. Un tónico facial calma la piel después del desmaquillado y limpieza diarios, calma, equilibra el pH, suaviza la epidermis y la prepara para los siguientes tratamientos de la piel. Es capaz de regular el funcionamiento de las glándulas sebáceas, encoge los poros de la piel, retira las últimas impurezas que quedan, hace que el rostro brille, controla la producción de sebo, nutre, suaviza y previene la inflamación… la lista parece interminable. La elección del tónico adecuado para cada tipo de piel es la clave del éxito.
DIY – tónico casero de camomila para piel grasa o mixta
- un vaso de agua destilada;
- dos cucharadas de manzanilla seca.
Deja hervir la mezcla; cuando se enfríe ligeramente (unos 80 grados), vierte el agua sobre la manzanilla y déjalo reposar unos 20-30 minutos tapado. Cuela las hierbas, vierte el líquido en una botella y cuando se enfríe, úsalo para limpiarte la piel de la cara. El tónico de camomila alivia la piel irritada, cura las lesiones leves de acné, regula el funcionamiento de las glándulas sebáceas y aclara el rostro.
DIY – tónico casero de hoja de laurel para piel con tendencia al acné
- algunas hojas de laurel (4-5);
- un vaso de agua destilada.
Pon las hojas en un vaso, y vierte agua caliente y destilada. Sacar las hojas y dejar que el agua se enfríe. Un tónico de hoja de laurel puede resecar ligeramente la piel y dejar una sensación de tirantez, por lo que si tu piel es propensa a la sequedad o a la irritación, no lo utilices todos los días; cada dos o tres días es suficiente. También puedes usar el tónico de forma tópica aplicándolo solo a las lesiones de acné. Para una versión más suave, usa menos hojas de laurel.
DIY – tónico casero de té verde para piel con tendencia al acné
- una cucharada de té verde orgánico;
- 100 ml de agua.
Hierve el agua y resérvala para que se enfríe un poco (alrededor de 80 grados centígrados es lo óptimo). Cuela las hojas de té y guarda el líquido en la nevera. Después de una semana, necesitas preparar un nuevo tónico usando hojas frescas.
DIY – tónico casero de arroz para piel seca
- 100 gramos de arroz ecológico;
- un vaso de agua caliente.
Vierte agua hervida sobre el arroz y déjalo reposar durante unas horas (preferiblemente, durante toda la noche): primero tápalo con una gasa o un paño de algodón. Recuerda mezclar la infusión de arroz antes de dormir y después de levantarte. Este tónico suave solo es apto para usarlo durante unos tres días. Después de eso, tienes que hacer otra. Suaviza, nutre y revitaliza la piel.
DIY – tónico casero de perejil para piel envejecida
- 1 puñado de perejil fresco;
- un vaso de agua fría.
Pica el perejil lo más fino posible. Échale agua fría, cúbrelo con un paño y reserva durante unas horas. A continuación, se cuela con un colador con pequeños orificios y se vierte en una botella. Este tónico casero es una rica fuente de vitaminas y minerales valiosos. Tiene un poder hidratante, calmante, revitalizante y antienvejecimiento.
DIY – tónico casero de manzana para piel madura
- una manzana pelada;
- dos cucharadas de hidrolato de rosa o hamamelis.
Cortar una manzana en trozos pequeños, ponerlos en una olla pequeña, echar un vaso de agua y cocinarlo, dejándolo hervir. Enfriar, colar y enriquecer con hidrolatos (el hidrolato de hamamelis para pieles envejecidas y grasas; hidrolato de rosa para pieles secas y pálidas).
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